Con el cierre de la pesca con muerte en los ríos regulados de la provincia el pasado día 30 de agosto ha finalizado la temporada en esta modalidad de manera oficial y formal. En los ríos de montaña el cierre se había producido el 31 de julio. La temporada de pesca, sin embargo, prosigue abierta en la provincia en su modalidad de pesca sin muerte, que se podrá practicar en los mismos ríos regulados hasta el próximo día quince de octubre. Cada año son más los pescadores que aprovechan estas fechas para seguir pescando, ya que la afluencia de aficionados es menor, los caudales son más adecuados para la pesca con mosca y la actividad de la trucha es creciente a medida que se acerca la época de freza.

En las aguas no trucheras la pesca puede realizarse durante todo el año, si bien existe la obligación de devolver las truchas que, ocasionalmente, pudiesen capturarse. En estas zonas suelen pescarse cipríndos (barbos, carpas, bogas...) y especialmente lucios.

Masiva afluencia

El final de campaña, que ha coincidido con el tradicional periodo de vacaciones, ha estado centrado en los ríos Esla, Porma, Órbigo y Sil. La afluencia de pescadores ha sido realmente masiva al concentrarse en unos pocos tramos. Incluso el río Esla, que salvo en los últimos días discurría con un fuerte caudal, ha estado mucho más concurrido que en temporadas anteriores. Los cotos intensivos que existen en la provincia han seguido funcionando a pleno rendimiento a pesar de que el nivel de capturas ha sido bajo. En los tramos libres sin muerte, sin embargo, el agobio ha sido menor, a pesar de que los resultados han sido magníficos, especialmente en los escenarios deportivo sociales y en el tramo del Esla, que cuenta con mucha trucha y de buen tamaño.

A partir de ahora y hasta el próximo quince de octubre, los ríos leoneses en que sigue practicándose la pesca sin muerte se convierten en un auténtico paraíso para el pescador aficionado a la mosca seca.